La psicoterapia humanista es un enfoque centrado en la persona, que busca ayudar a los individuos a alcanzar su máximo potencial. Se enfoca en el crecimiento personal, la autoexploración y la autorrealización, fomentando una mayor comprensión de uno mismo y de las propias emociones.

A diferencia de otros enfoques que se centran más en los síntomas o en el pasado, la psicoterapia humanista se centra en el presente y en la experiencia subjetiva de la persona. El terapeuta no dirige el proceso, sino que acompaña al paciente en su autodescubrimiento, con énfasis en la empatía y la autenticidad.

La psicoterapia humanista es adecuada para tratar una amplia variedad de problemas, como ansiedad, depresión, crisis existenciales, conflictos relacionales y problemas de autoestima. También es útil para personas que buscan un mayor autoconocimiento o crecimiento personal.

La duración del proceso terapéutico varía según las necesidades y objetivos del paciente. Puede ser un trabajo a corto o largo plazo, dependiendo de la profundidad de los temas a explorar y del ritmo del proceso personal. El enfoque es flexible y adaptado a cada persona.